miércoles, 15 de mayo de 2013

Equinoterapia


Terapia basada en la utilización del movimiento del caballo para el tratamiento de diferentes afecciones físicas y mentales.


El caballo al trote transmite al jinete (paciente) un total de 110 movimientos diferentes por minuto, en consecuencia no hay ni un solo músculo ni zona corporal, desde el coxis hasta la cabeza, al que no se transmita un estímulo. Todo ello en conjunto, produce que el enfermo pueda ser capaz de experimentar sensaciones que nunca antes ha vivido. La Equinoterapia supone una actitud activa del paciente, que deberá realizar movimientos para estirarse, relajarse, mejorar la coordinación y el equilibrio...

Se divide en áreas especificas:

Hipoterapia pasiva: el paciente monta sin ninguna acción de su parte, aprovechando el calor corporal, los impulsos rítmicos y el patrón de locomoción tridimensional del caballo.

Hipoterapia activa: se añade a la pasión la realización de ejercicios neuromusculares para estimular en mayor grado la normalización del movimiento corporal. El paciente todavía no esta capacitado para conducir solo el caballo. Los realizara con ayuda del terapeuta.

El objetivo es:

Lograr la rehabilitación integral del paciente, desde el punto de vista físico, cognoscitivo, sensorial y psicosocial; utilizando métodos y estrategias especificas para adquirir y desarrollar habilidades y destrezas que le sirvan para desempeñarse con la mayor independencia dentro de sus posibilidades personales, deportivas y laborales.

Efectos fisiológicos: aumento de la capacidad de percepción de estímulos, al encontrarse en una situación de movimiento.

Efectos psíquicos: se estimula la atención, la concentración y la motivación frente a otros movimientos. Es fundamental el aumento de la autoestima y de la seguridad en uno mismo.

Efectos físicos: el caballo tiene una temperatura corporal y un volumen muy superiores al hombre, lo que conlleva una importante transmisión de calor y solidez al ser abrazado y tocado por un niño. 


Por todo ello, esta terapia ha demostrado su eficacia en personas con problemas de todo tipo:

  • Esclerosis múltiple.
  • Parálisis cerebral.
  • Autismo.
  • Síndrome de Down
  • Espina Bífida.
  • Traumas cerebrales.
  • Enfermedades neurodegenerativas.
  • Enfermedades traumatológicas.
  • Anorexia.
  • Bulimia.
  • Afecciones crónicas.
  • Minusvalías de cualquier tipo (físicas y psíquicas).
  • Problemas de comportamiento.
  • Incapacidad intelectual.
  • Discapacidad física.
  • Discapacidad sensorial.
  • Enfermedades mentales.
  • Diversas inadaptaciones sociales (drogadicción, delincuencia...). 

Cuando un nuevo paciente acude a un centro para recibir hipoterapia, los pasos a seguir serán los siguientes:

Realización de una evaluación por parte del personal sanitario, quien analizará el grado de afección, determinando su el paciente puede o no montar a caballo. Se estudiarán los posibles efectos secundarios, estableciendo en consecuencia un plan de prevención. 

En personas que no padecen ninguna de las afecciones mencionadas, también pueden disfrutar de la compañía de estos increíbles animales. Sintiendo esa hermosa sensación de libertad en pleno contacto con la naturaleza..Nos transmiten armonía.. y cuando se crea un vínculo entre ambos te proporcionan seguridad y complicidad. Los caballos son criaturas sociables y nobles, además de ser preciosos y elegantes. 

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