martes, 16 de abril de 2013
Amores Que Matan
El amor es muy bonito en todo su resplandor pero en ocasiones confundimos el amor, en amor dañino por decirle de alguna manera, el amor dañino en realidad aunque no nos queramos dar cuenta no es amor, creo que le podríamos llamar adicción o obsesión, pero el verdadero amor no es dañino.
Las diferentes propuestas que existen hoy en día en las canciones, en las películas, en la literatura y en las novelas, hablan de amores que se desgarran, se mueren, se desviven. Pareciera que la identificación del amor en pareja, está siempre relacionado con el dolor y el sufrimiento. Uno de esos amores es el adictivo. Palabras más, palabras menos, Antonio Machado ha escrito:
" Ni contigo ni sin ti, tienen mis penas remedio, contigo porque me matas, y sin ti, porque me muero".
Estas palabras poéticas ejemplifican de manera clara y precisa lo que se refiere a un amor que ha caído en la adicción. Pero qué es una adicción? Es un comportamiento por el que la persona pierde su propia voluntad y se deja dominar, aunque sea dañino, aunque lo esté matando lentamente. Así el amor adictivo se vuelve y se torna pegajoso, destructivo para quién lo padece. El enamorado adictivo se da cuenta de que su relación en pareja le está destruyendo lentamente, y sin embargo, no puede dejarlo. Además de que padece todos los síntomas de la abstinencia cuando no está con su objeto de adicción.
En los amores adictivos la persona sufre ante la ausencia y ante la presencia de su pareja. De cualquier manera sufre y se duele de su condición. Puede pasar por encima de cualquier cosa con tal de estar siempre pegado a su relación.
En presencia del amor adictivo somos capaces de engañarnos, de desvalorizarnos, bueno hasta de inmolarnos con tal de no perder a nuestro amor. Y cuando no lo tenemos, sufrimos, morimos, lloramos y el sentido de la vida parece extraviado.
Amar a una pareja requiere también de independencia, pero cuando, esa pareja se torna indispensable en nuestra vida, cuando necesito amarla para yo estar "bien", entonces, surge un problema de dependencia, de no poder vivir sin ese amor. Se trastoca todo, la vida, el trabajo, el resto de las relaciones, las diversiones. Y poco a poco, la autodestrucción y los estragos del abuso no se dejan esperar.
Toleramos humillaciones, faltas de interés, justificamos a nuestras parejas, sentimos culpa, pensamos que somos los responsables de que nuestra relación no funcione. Intentamos darnos una serie de explicaciones al respecto. El problema no está en mi pareja, tampoco está en la negación, sino que se encuentra en la raíz misma de mi manera de entender el amor.
El amor a la pareja y la relación en pareja, no son fenómenos o circunstancias iguales. Las formas de expresar el amor pueden ser diversas, destructivas, constructivas, de dependencia, de humillación, agresivos. Una de las maneras de amar es siendo adicto a este.
Por otra parte, parece que en la relación adictiva se están tratando de llenar necesidades y carencias, que nada tienen que ver con la pareja. Sí te encuentras viviendo una relación así, en la que no puedes desprenderte de un amor destructivo, seguramente estás atravesando por un comportamiento adictivo al amor.
Sí eres capaz de pasar por encima de ti, de tolerar abusos, desamores e indiferencias, y aún así, sigues creyendo que amas a tu pareja y que no puedes prescindir de ella. Tal vez, estés metido en una relación con características adictivas, lo cuál causa un inmenso sufrimiento en tu vida.
Cuáles son entonces las características de un amor adictivo?
La obsesión: estar constantemente pensando, sintiendo y amando a una pareja que seguramente no te corresponde.
Volvernos irracionales: querer que la pareja nos cubra todo y todo el tiempo, de lo contrario, sufrimos intensamente.
La exigencia: o me amas o me amas, o te amo o te amo, de lo contrario no puedo hacer nada más con mi vida.
Fuerte dependencia emocional: la vida, los afectos, el bienestar y el malestar están centrados en lo que me pasa y sucede alrededor de mi amor y de mi pareja.
Celos incomprensibles: no tolerar que la pareja ni yo tengamos una vida propia. Nos tornamos suspicaces de todo. Lo seguimos, lo interrogamos, siempre tenemos dudas de su comportamiento.
La idealización: sólo esa pareja nos puede dar lo que necesitamos, además, de que yo soy la única persona que puede amarlo o amarla como se necesita.
Psicológicamente nos tornamos inseguros, ansiosos, depresivos y continuamos con nuestra cadena destructiva. En casos graves, se puede hablar de violencia física o verbal o incluso el homicidio o el suicidio. Crímenes pasionales en la peor de las circunstancias.
En condiciones como éstas seguramente ninguno de los miembros de la pareja se están satisfechos y pueden construir un vínculo basado en la confianza, en el respeto y en el amor.
Lo más importante es reconocer que nos encontramos viviendo en una relación de esta naturaleza, además de que yo establezco mis vínculos de esta manera. Antes que seguir adelante con la pareja, es importante plantearnos algunas preguntas acerca de nosotros mismos:
Cómo establezco yo mi relación en pareja?
Soy un adicto o adicta al amor?
Realmente estoy viviendo en un amor enfermizo ?
No soy capaz de construir una vida con mi pareja, pero tampoco sin ella?
Nadie más que cada persona en lo particular puede dar respuesta a esas preguntas. En lo más íntimo de nosotros mismos sabemos que no nos conviene, que nos estamos matando lentamente, pero no nos atrevemos a dar el paso para liberarnos de nuestra propia prisión, que a saber, no es la pareja, sino nuestras formas y maneras de relacionarnos…
Es importante que tomes en cuenta cuánto sufres no sólo con tu pareja, sino en tu vida personal. Cómo dependes de otros para poder estar bien.
Siempre existen recursos para salir adelante, de que duele, sí, pero también estás sufriendo en la relación. Existen formas de salir de esta situación, sólo basta contar con el coraje de hacerlo.
El amor propio es el ingrediente más importante para contar con el coraje de salir de esa adicción al amor. Hoy en día existen recurso importante, la psicoterapia es una posibilidad.
Sí estás ahí en la adicción al amor, date la oportunidad de vivir y mejorar tu calidad de vida emocional…Considérelo, tal vez valga la pena quererse más a sí mismo…
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