1. Averigua cuánta gente va a acudir a la cena. En el RSVP, pregunta si alguien es vegetariano, tiene alguna alergia o alguna dieta específica. Esto ayudará a diseñar el menú para atender a todos tus invitados.
2. Limita las elecciones de tu menú al elegir un tema como el mexicano, el francés o el italiano. Puedes basar tu decisión en ingredientes específicos, ofertas de estación y preferencias de los invitados.
3. Elige elementos para tu menú en los que tengas experiencia en prepararlos y platos que no sean demasiado complejos. Para socializar más con tus invitados, prepara la mayoría de la comida o toda ella con antelación para minimizar el estrés.
4. Sirve pequeñas porciones de aperitivos, como sopas, galletas altas en fibra o verduras rellenas. Trata de no llenar los estómagos de tus invitados demasiado pronto.
5. Mantén un menú sencillo pero ofrece variedad de opciones. Usa los mismos ingredientes en otros platos para que tus invitados puedan elegir entre setas asadas o salteadas, pollo al horno o a la parrilla, o vegetales al vapor o fritos. Planifica o sirve al menos dos platos principales con un máximo de hasta cuatro, según Global Gourmet. Si tu menú está limitado a una opción, evita servir el mismo ingrediente en los aperitivos y en el plato principal.
6. Imprime tu menú para que puedan verlo tus invitados. Si tu fiesta es grande, podría ser difícil centrar la atención de todos cuando expliques los aperitivos de la noche, el plato principal y los postres. Si tienes distintas opciones, lístalas e incluye una breve descripción.
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