domingo, 21 de abril de 2013

Beneficios De La Rosa Mosqueta Para Tu Piel




La rosa mosqueta (Rosa eglanteria, sinónimo Rosa rubiginosa) es un arbusto silvestre, espinoso, de fruto color bermellón, que pertenece a la familia de las rosáceas. 

Se trata de una planta nativa de Europa Central (Polonia, Hungría, Balcanes, el Cáucaso, Rusia), aunque también se encuentra en estado silvestre en las estribaciones de la región sur de la Cordillera de los Andes, tanto en Chile como en Argentina.

El aceite de rosa mosqueta se extrae de las semillas de la planta. Sus excelentes cualidades regenerativas se deben principalmente a su altísimo contenido en Ácidos Grasos Esenciales (AGE) insaturados, que es del 80%, de los cuales el 41% es ácido linoleico, el 39% ácido linolénico , y 16% ácido oleico. 

Los AGE son nutrientes esenciales en multitud de procesos fisiológicos y bioquímicos del cuerpo humano, y como hemos dicho están relacionados con la regeneración de los tejidos y el crecimiento celular. Tienen además una función estructural, formando parte de los fosfolípidos (grasas que contienen fósforo y principales componentes de las membranas de las células), y son los precursores de las prostaglandinas (sustancias parecidas en su estructura a las hormonas que regulan la actividad de las células diariamente y los procesos inflamatorios y forman parte de multitud de procesos biológicos. 

Diversos estudios realizados en laboratorios de Alemania, Argentina, Chile y Estados Unidos sobre esta planta indican que el aceite de la rosa mosqueta, debido al contenido en ácidos grasos esenciales poliinsaturados es altamente beneficiosa en la regeneración de la piel. El aceite se emplea en cosméticos, debido a que:

1.- regenera y nutre la piel eliminando arrugas no muy profundas y reduce cicatrices de cualquier etiología;
2.- redistribuye la pigmentación, lo que posibilita la eliminación de manchas;
3.- realiza acciones preventivas y correctivas del fotoenvejecimiento y de los problemas cutáneos debidos a sobre exposición a las radiaciones solares, mediante la autogeneración de melanina;
4.- además de sus efectos en las capas externas de la piel, también revitaliza las células de las capas interiores, revigorizando el fibroblasto, (células que producen colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel).
5.- Los ácidos grasos insaturados intervienen en la regeneración celular de las membranas, regenerando los tejidos y procurando a las pieles envejecidas y secas una rápida regeneración cutánea y cicatrización de los tejidos dañados, así como una profunda nutrición e hidratación.

Además del valor cosmético del aceite de rosa mosquete es importante señalar su valor terapéutico, pues gracias a su poder regenerativo, humectante y cicatrizante, así como su efecto estimulante del flujo sanguíneo de los tejidos, resulta de gran utilidad en el tratamiento de: ezcemas, psoriasis, quemaduras, cicatrices, estrías o verrugas, entre otras afecciones de la piel.

Por último, señalar el valor nutricional de la rosa mosqueta, pues su análisis confirma la presencia de vitaminas (en especial la vitamina C), carótenos y tocoferoles, de ahí que, por sus propiedades antioxidantes, sus frutos se aprovechen para la confección de dulces, jaleas, infusiones, mermeladas, té (muy diurético y depurativo).

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