martes, 16 de abril de 2013

El Estrés Y Sus Efectos


El Estrés Y sus Efectos, parece que ya no sepamos vivir sin estrés  hace tiempo que se a adherido en nuestras vidas y nos parece algo normal. Nuestra mente esta causando estrés casi sin darnos cuenta, como si fuera un abito.


¿Cuándo fue la última vez que pasó un día entero sin pensar en sus problemas o preocuparse por algo?

¿Cuándo fue la última ocasión en que al no haber realizado todo lo que tenía previsto, se sintió irritado y tenso?

Estas y otras muchas preguntas son las que nos podríamos hacer con respecto a una temática tan actual como es la del Estrés, por ello vamos a reflexionar con respecto a ella.

Estrés es una palabra constantemente utilizada, y cuando alguien dice: “me siento estresado”, sabemos que es probable que se sienta cansado, irritado, incluso desbordado, exhausto…. Al utilizar esa expresión, probablemente esté diciendo que lo que está sintiendo sea excesivo, demasiado…

Los científicos dicen que el estrés se produce en todo momento. De hecho, un cuerpo sin estrés sería un cuerpo sin vida.

“El estrés es una respuesta del cuerpo a cualquier demanda que se le hace”

El estrés se produce, por ejemplo; cuando ha de actuar usted para salvar su vida, cuando compite por un premio, cuando le ascienden en el trabajo, participa en actividades deportivas…

Cuando está positivamente estresado, tiene mejores posibilidades de salvar su vida en una situación peligrosa, puede realizar tareas difíciles con mayor facilidad, experimenta una sensación de estar más estimulado,…

Desafortunadamente, el estrés también se produce cuando, se encuentra con un cúmulo de incomodidades a lo largo del día, trata con regularidad con personas tensas, se enfrenta a una agenda muy exigente, trabaja con objetivos poco claros, gestiona problemas de difícil solución…

Por desgracia pagamos un alto precio por el estrés negativo, ya que nuestra salud se ve afectada, nos irritamos con facilidad, nuestra conducta cambia y negativamente, nuestro rendimiento disminuye de forma evidente…

Cómo percibe nuestro cuerpo el Estrés

Cuando el cuerpo está excitado –sin importar la situación- tiene como respuesta una reacción tanto psicológica como fisiológica, lo que supone cambios gastrointestinales, cardiovasculares y glandulares.

El estrés afecta a todo nuestro organismo suponiendo incremento significativo de los niveles de adrenalina, de frecuencia cardíaca, de tensión arterial, de la tensión muscular, a la par que la respiración se acelera, se agudizan los sentidos y disminuye la función del sistema inmunológico.

En situaciones de amenaza que exigen una reacción inmediata se producen destacables cambios mentales, aumenta su capacidad de pensamiento y su cerebro se vuelve más eficaz, tomando decisiones con mayor rapidez, mejorando la memoria, y teniendo una atención más concentrada.

Después de una situación estresante se exhala un suspiro de alivio y se empieza a respirar más despacio y profundamente, el cuerpo regresa a un estado más relajado. Por ejemplo, después de evitar in estremis un grave accidente de automóvil, dice “Fu… (suspiro)”, y puede que tiemble un poco. Luego su cuerpo empieza a serenarse.

Efectos negativos del estrés

El Estrés tiene notorios impactos negativos, tales como:

Cambios de humor (ansiedad, ira, irritabilidad, inquietud…)

Enfermedades (asma, dolores de espalda, problemas digestivos, migrañas, dolores musculares…)

Cambios en el Comportamiento (modificación de los hábitos del sueño, arrebatos emocionales, gritar…)

Señales físicas (uñas y piel, tocarse cabellos, agitar piernas, tocarse la cara…)

Cuando los niveles de estrés son similares a las demandas de las actividades o del trabajo, se siente mejor consigo mismo, actúa mejor y rinde más.

El insuficiente estrés es igual de perjudicial que el excesivo nivel de estrés, ya que ambos casos ocasionan un deficiente rendimiento. Por ello, el gestionar o controlar apropiada o inapropiadamente sus niveles de estrés, afecta directamente de forma positiva o negativa a su rendimiento.

Aunque la mayoría de la gente parece actuar y rendir más bajo determinada presión, el estrés prolongado o excesivo puede hacer empeorar claramente su rendimiento. Cuando hay demasiado estrés se decide mal, se cometen errores, y uno no se da cuenta de ellos, se pasa por alto información importante y se pierde, entre otras cosas, la capacidad de concentración.

Cómo controlar el estrés

La vigilancia del estrés no es otra cosa que prestar atención a la forma con la que respondemos a nuestras vidas.

Si realmente queremos cambiar y solucionar el problema del estrés, con el solo hecho de ser conscientes de ello, tenemos enfocado la mayor parte del tema. De aquí la gran relevancia de nuestro propio autoconocimiento, así como del adecuado reconocimiento de nuestra problemática.

Para que el control del estrés funcione, tenemos que observar regularmente nuestro cuerpo, de qué manera está respondiendo y como nos estamos comportando.

Una de las formas de controlar el estrés es logar un adecuado estado de relajación.

¿Cuáles son los cambios que se producen en nuestro organismo cuando uno se relaja?

Con la relajación aumenta la concentración mental, la tensión arterial desciende o se estabiliza, se ralentiza la frecuencia cardiaca, los músculos pasan a estar menos tensos, se pasa a experimentar una sensación de calma y bienestar.

Al cabo de un tiempo de practicar la relajación de forma regular, se consigue una mayor estabilidad emocional y física, se lograr un mayor autodominio sobre nuestra vida con lo que desaparece o disminuye muy significativamente la ansiedad.

Hay que admitir que el estado de relajación no es aquel en el que uno pueda realizar temas muy exigentes, por ejemplo, es difícil escribir una sinfonía o redactar una carta importante en un estado profundo de relajación.

Hay varios motivos por los que podemos desear relajarnos.

El primero es que uno se siente estupendamente. Si observamos un bebé absolutamente relajado y nos fijamos en la expresión extasiada de su cara, uno obtiene una idea clara de cuales son los placeres de la relajación.

En segundo lugar, la relajación nos permite enfrentarnos mejor a los generadores habituales de estrés.

La relajación es un estado físico claramente definido, que hace que uno se sienta bien y ayuda a enfrentarse mejor a las dificultades de la vida. La relajación forma parte del mantenimiento de una buena salud.

Hay múltiples maneras de relajarse y podemos aprenderlas. A continuación detallamos algunos Consejos muy Sencillos y Prácticos para ello.

La Respiración. La apropiada Respiración, utilizando toda nuestra capacidad respiratoria y diafragmática, realizada sistemáticamente, es una poderosísima herramienta de relajación.

La Risa. Son reconocidos los grandes beneficios que nos aporta la Risa, disminuyendo los niveles de hormonas relacionadas con el estrés como el cortisol y la epinefrina, aumentando la producción de endorfinas, además de ser un muy saludable ejercicio aeróbico (5 minutos de reír equivalen a 45 minutos de ejercicio aeróbico), aumenta la circulación de oxígeno, entre otras de sus múltiples positivas aportaciones.

La Meditación. Es muy importante el poder dedicar un tiempo diario a meditar consigo mismo, le será de una gran utilidad para lograr una destacable relajación.

Caminar o Ejercicio Moderado. Es un destacable relajante de la mente, nos permite estar en contacto con el sol, el aire y la naturaleza, generando asimismo una notable producción de endorfinas. Además es muy beneficioso para el cuerpo, mejorando la figura, controlando los incrementos de peso, entre otras de sus ventajas.

La Alimentación. La adecuada dieta alimenticia permite combatir las tensiones. Algunos alimentos estimulan el buen funcionamiento del sistema nervioso ayudando al organismo a sentirse relajado, entre los alimentos “relajantes” están los plátanos, las almendras, el germen de trigo o las semillas de girasol.

Por otra parte, no debemos olvidarnos de todos los alimentos ricos en vitamina B (carnes, aguacates, espinacas), que nutre el sistema nervioso, la vitamina C, que mejora el sistema inmunológico (cítricos, fresas, kiwi), y las vitaminas E y A que evitan el deterioro celular.

El Contraste de temperatura del agua. Cuando se duche alterne el agua templada con el agua fría, empezando por la planta de los pies y acabando en la cintura, es importante finalizar con agua fría. Dicho sencillo procedimiento le proporcionará una agradable sensación de relajación y bienestar.

Hacer que los músculos se tensen hasta sentir fatiga, relajando posteriormente los mismos. Esta es la manera como el ejercicio actúa de relajante, no es recomendado para antes de ir adormir.

Estiramientos. El estirar cuidadosamente y con método los músculos hace que éstos se relajen.

Trabajar el cuerpo mediante masajes. Hay una gran variedad de métodos de masaje que nos permiten eliminar la tensión acumulada. Es importante elegir el más apropiado de acuerdo a nuestras necesidades.

Adicionalmente existen otros métodos y sistemas conocidos como el Yoga, el Tai Chi, La Aromaterapia, La Cromoterapia, etc. de gran utilidad en muchos casos que sin embargo no vamos a detallar ya que excederían el alcance y contenido de este breve artículo.

Por todo lo comentado es sumamente importante que cada uno de nosotros seamos capaces de detectar a tiempo (tengamos nuestros propios indicadores) reconociéndolo apropiadamente, cuando nuestro nivel de Estrés ha superado el Estrés positivo y empieza su ascensión en la curva del Estrés negativo. Dicha detección es del todo necesaria para poder tomar las medidas oportunas con tiempo suficiente, ya que de lo contrario sus consecuencias pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud y por tanto para nuestra vida.

Josep Mas

Socio Director The  Art of Newmanagement

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